Este blog rinde honor y alabanza al Dios de nuestra salvación a Jesucristo el Señor.

miércoles, 5 de octubre de 2016

Los casados con inconversos.

Los problemas de los cristianos casados con los inconversos (1 Cor. 7:12-16)


Vivimos en un día cuando la ocurrencia del divorcio se aumenta cada vez más. Hay muchas razones culturales para explicar la situación: la emancipación e independencia creciente de la mujer, la revolución sexual, la pérdida del tabú de la inmoralidad y las facilidades para el divorcio. Pero la razón número uno es la falta de la influencia de la fe cristiana y los estándares cristianos sobre los temas del sexo y matrimonio.  Alguien dijo,

“Hace 50 años atrás los padres estaban propensos a tener muchos hijos. Hoy por hoy los hijos están más propensos a tener muchos padres.”

1 Corintios 7:12-16

12 Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone.
13 Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone.
14 Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos.
15 Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios.
16 Porque ¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer?

I. La Salvación no es causa de disolver el pacto matrimonial. Vs. 12-14

Pablo había recién repetido la instrucción de Jesús mismo acerca del divorcio de los creyentes. Ahora habla acerca de un asunto no tratado ni mencionado en el discurso de Jesús durante Su ministerio terrenal. Pero esto no implica que el Apóstol Pablo no habla bajo la inspiración de Dios. El versículo 40 lo hace bien en claro que está inspirado por el Espíritu de Dios. Pablo argumenta aquí que el matrimonio de un convertido con un creyente hizo aún más fuerte la unión entre la pareja.

A. Vivir en yugo desigual no es un buen motivo para el divorcio. Vs.12-13

Pablo hace mención de dos posibles casos cuando un miembro de una pareja casada conoce a Cristo como su Salvador personal pero la otra parte no. Es fácil imaginar que algunos de los nuevos creyentes en la iglesia en Corinto llegaron a la conclusión que era necesario divorciarse de su cónyuge inconverso. Esdras 10:2-3 Nosotros creyentes debemos reconocer la posibilidad de aconsejar a los recién salvos que viven con su pareja no salvo de la enseñanza bíblica de quedarse en este mismo estado matrimonial. Pero Pablo sigue con la clausula si la pareja no convertido consiente en vivir con el creyente. Esto quiere decir si la parte inconverso está de acuerdo en vivir con una persona convertida entonces hay que seguir con el matrimonio y no se puede abandonar a su pareja. Esto lo dice Pablo a la luz de la posibilidad de estar expuesto al pecado del inconverso.

B. El matrimonio recibe la bendición de Dios por la parte santa. V. 14a

Pablo intercede en los pensamientos de los creyentes con un esposo o esposa inconverso con la introducción de una idea sumamente cristiano. En la teología de los judíos algo inmundo que llegó a tener contacto con una cosa santa hizo inmundo al objeto santo. Pero aquí se nota que la santidad del creyente fluye del mismo para santificar a las personas en su alrededor. Entonces no es la influencia del mundo sobre el creyente que es nuestra mayor preocupación sino nuestra influencia sobre el mundo. Juan 17:15  Pablo no argumenta que la salvación de una parte garantiza la salvación de la otra parte sino que la mala influencia del inconverso no debe preocupar al creyente tanto para que considere el divorcio.

C. El cónyuge incrédulo tampoco contamina a los hijos. V. 14b

El Señor promete que de alguna manera los hijos no serán considerados ilegítimos, espiritualmente hablando, sino bajo la protección y la bendición de Dios por su padre o madre salvo. La presencia de por lo menos un padre o una madre creyente proteja a los hijos de daños espirituales y en muchos casos les traen la salvación por el testimonio de su madre o padre salvo. Romanos 11:16

II. La salvación puede producir una ruptura con el inconverso. Vs. 15-16

Si el inconverso desea separase de su cónyuge creyente, entonces no hay mandado para impedir que se vaya. Pero ¿qué del matrimonio dividido?

A. Estamos llamados a vivir en paz. V. 15

En vez de luchar para preservar el matrimonio a todo costo el creyente está llamado a dejar a su cónyuge inconverso, y salir si es su deseo. Estamos llamados a una vida de paz con todos los hombres. Romanos 12:18 Al luchar para mantener la relación se puede producir pleitos ya prohibido desde el capítulo 6:1. Pablo dice que la persona que su cónyuge lo abandone no vive más en esclavitud. Ahora, hay dos líneas de pensamiento en cuanto a la definición de esta libertad. MacArthur dice “el vínculo del matrimonio solo se rompe con la muerte (Ro. 7:2), el adulterio (Mt. 19:9) o el abandono del cónyuge no creyente.” Pero además agrega que “si el vínculo se rompe de alguna de estas maneras, un cristiano queda en libertad para casarse con otro creyente.” 

Esto basado en el hecho de “que ya no hay más servidumbre.” Ahora déjame decir que sí las Escrituras permiten el divorcio bajo algunas circunstancias pero, sin embargo no hay ninguna enseñanza clara en cuanto a volver a casarse. Cada vez que alguien llega a esta conclusión es por su interpretación de varios textos. Pablo reitera varias veces en este capítulo que la mejor decisión es quedarse solo y dedicarse al servicio para del Señor. Lamentablemente son pocas las personas dispuestas a seguir este consejo. La mayoría simplemente quiere saber si tiene permiso para volver a casarse. Lo digo bien en claro que este pastor no te va a volver a casar.

B. La posibilidad de evangelizar no se puede garantizar. V. 16

En el griego hay dos opciones para la traducción de este versículo. Puede traducirse positivamente o negativamente. Si es positivamente entonces significa que quedarse con el cónyuge inconverso puede producir la probabilidad de su salvación. Pero en la forma negativa no se puede garantizar la salvación de su cónyuge, entonces si el cónyuge decide irse y se va, no hay que preocuparse. Este parece ser el intento del apóstol Pablo al escribir el versículo. Y aunque la salvación es personal pues cada uno debe decidir si acepta o no al Salvador de todos modos el testimonio nuestro tambien es importante como dice Santiago 5:20. Pero si rechaza el evangelio no hay que luchar para preservar al matrimonio cuando esto si se puede dañar al testimonio del creyente.

Fuente: https://iglesiabautistapilar.org