Este blog rinde honor y alabanza al Dios de nuestra salvación a Jesucristo el Señor.

sábado, 25 de octubre de 2014

La Eutanasia es una puerta al infierno

Cristiana pide a joven que padece cáncer cerebral que desista del suicidio asistido



Tras conocer que tiene cáncer incurable, la mujer de 29 años anunció la fecha en que se va a quitar la vida y despertó el debate sobre el suicidio asistido en Estados Unidos.

CHARISMA NEWS.- Una mujer de California llamada va a morir el próximo 1° de noviembre a los 29 años de edad. Así lo ha decidido ella misma, tras conocer a principios de este año que tiene un cáncer incurable en el cerebro. Antes quería tener hijos. Ahora su único proyecto es llegar en buen estado a celebrar el cumpleaños de su marido, a finales de este mes.
Si puede, viajará a ver el Gran Cañón. Después, en su dormitorio y rodeada de su familia, se quitará la vida bajo supervisión médica. Todo esto lo ha contado en televisión y en un video viral a una audiencia boquiabierta.

Para poder morir con sus propias reglas, sin padecer los cuidados paliativos del cáncer hasta el final, ha tenido que mudarse de Oakland, en California, a Portland, en el estado vecino de Oregon, donde existe una ley de muerte digna. Allí, un médico puede prescribir los medicamentos necesarios para poner fin a su vida sin sufrimiento. El caso empezó a circular cuando Maynard accedió a participar en una campaña para promover este tipo de leyes en todos los estados, y el vídeo en el que explica su decisión ha despertado el debate de costa a costa.

Brittany Maynard se casó el año pasado y planeaba tener hijos pronto. Pero unos extraños y fuertes dolores de cabeza le estaban haciendo la vida imposible. El diagnóstico llegó el 1° de enero de este año. Tiene un tumor llamado gliobastoma multiforme, la forma más agresiva de cáncer en el cerebro. Los médicos dudan que pueda vivir un año más. Todo su proyecto de vida ha desaparecido.

“Inmediatamente detuve todos mis planes. No puedo traer un niño al mundo sabiendo que no va a tener madre”, decía en una entrevista en NBC el pasado jueves. El tratamiento que ha recibido en este tiempo ha deformado su cara y apenas se reconoce en ella a la mujer de las fotos de boda que inundan la Red.
En la web de la organización Compassion&Choices, la más importante de Estados Unidos en la defensa del derecho a la muerte digna, recibe al visitante un formulario para enviar su apoyo a Maynard y decirle si te ha conmovido su historia. “No inicié esta campaña porque quisiera publicidad; de hecho, para mi es difícil de procesar. Lo hice porque quiero un mundo donde todos tengan acceso a una muerte digna, como yo. Mi viaje es más fácil gracias a esta decisión”.

Joni Eareckson Tada, es anfitriona de Joni and Friends y ella ha estado tetrapléjica en una silla de ruedas por más de 47 años después de un accidente de buceo a los 17 años. Sin embargo, Tada tiene el corazón roto por los planes de Maynard por optar por el suicidio asistido por un médico.
“Yo no quiero morir”, dijo Maynard a CBS News. “Si alguien quiere darme, como, una cura mágica y salvar mi vida para que yo pueda tener hijos con mi esposo, tú sabes que lo tomaré”, dijo la joven.

Tada dice que su corazón se rompió cuando vio el video de Maynard en la que expone sus planes de morir por suicidio asistido por un médico. Nadie, absolutamente nadie, acoge con satisfacción el dolor de una enfermedad mortal, dice ella, y es claro que esta joven es firme en sus convicciones.
“Pero si yo pudiera poner mi silla de ruedas a su lado, me gustaría decirle cómo el amor de Jesús me ha sostenido a través de mi dolor crónico, cuadriplejia y cáncer. No quiero que se despierte en el otro lado de su lápida sólo para ponerse frente a una oscura y sombría existencia, sin vida y alegría, es decir, sin Dios”, dice Tada, quien también es una sobreviviente de cáncer de seno.

“Sólo hay una persona que ha transformado el paisaje de vida después de la muerte, y es Jesús, el que conquistó la tumba, abriendo el camino a la vida eterna. Tres gramos de fenobarbital en las venas sólo proporcionan un alivio temporal. No es la respuesta para el paso más importante de su vida”.
“Las horas están marcando distancia, por favor, Brittany abre tu corazón al único que puede hacer algo por tu dolor y tu muerte. La vida es la condición más insustituible y fundamental de la experiencia humana, y te suplico que lo tomes muy en cuenta, examina a fondo las consecuencias de tu decisión, que es tan fatal, y lo peor de todo, lo último”.

Fuente: noticiacristiana.com

martes, 21 de octubre de 2014

La muerte es muy estimada por Dios

EN MEMORIA DE MI MADRE QUE HA PARTIDO AL DESCANSO ETERNO



“Estimada es a los ojos del Señor la muerte de sus santos”. Salmos 116:15

Este parece un verso un poco raro. ¿Por qué sería la muerte preciosa para Dios? ¿No fue por la maldición de la muerte que entró el pecado en el mundo? Ciertamente Dios odia al pecado, y puedo asegurarles que gentes con la mente sana también odian la muerte. Entonces, ¿por qué sería que la muerte de sus hijos sea estimada por el Señor? Creo que la Biblia da unas razones maravillosas para explicarlo. Echemos un vistazo en algunas:

No habrá más sufrimientos

El sufrimiento es un hecho de la vida. Tanto en enfermedades como en dolencias sufrimos mucho. En las pruebas y tribulaciones, sufrimos emocional y mentalmente. En el pecado, experimentamos sufrimientos espirituales. Nadie es una isla. Por ese motivo, nadie puede estar inmune al sufrimiento. Dice Jesucristo en Juan 16:33: “En el mundo tendréis tribulaciones”.

Tribulaciones o sufrimientos es algo que todos tenemos que soportar tanto los cristianos como los no creyentes. Dice Pablo en II Timoteo 3:12: “Y también todos lo que quieren vivir piadosamente en Cristo padecerán persecución”. En el capitulo anterior el mismo apóstol declara: “Si sufrimos con él, también con él reinaremos”. Pablo otra vez afirma en Romanos 8:17: “Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él seamos glorificados”. El apóstol Pedro pone el sufrimiento en un sentido practico cuando escribe en I Pedro 2:21: “Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas”. 

En la muerte, para el hijo de Dios, el sufrimiento ya no existe. En el cielo, la Biblia enseña que ya no habrá sufrimientos. En Apocalipsis 21:4 dice que en el cielo “enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”. Para los que ponen su fe y confianza en Jesucristo para su salvación, la muerte física será el final de todo sufrimiento para siempre. Pero a los que rechazan a Cristo, su sufrimiento, en la muerte, estará apenas iniciando.

En Marcos 16:25, Jesucristo relata una parábola de dos personas. Uno era rico y tenía de lo bueno y de lo mejor. El otro se llamaba Lázaro. Lázaro era un pordiosero que aparte de pedir limosnas sufría enfermedades físicas. Jesucristo dice que ellos eventualmente se murieron. No obstante, el rico, que durante su vida sufrió poco, estaba ahora atormentado por las llamas del infierno. Lázaro, en contraste, estaba consolado. Podemos asegurarnos que en Cristo todo sufrimiento llegará al fin en la muerte.


No habrá más tristezas  

En la vida soportamos mucha tristeza. Nos entristecen las muertes de seres queridos. No hace poco se murió mi papá. Aunque ya fuera muy anciano asimismo su ausencia me entristece. Hace un par de meses murió un joven, hijo de mi primo en Brasil. El vacío que ha dejado ha sido de mucha tristeza para sus padres y amigos. También nos entristecen las enfermedades. Mi esposa trabaja en la Unidad de Cuidados Intensivos en un hospital local y está siempre consolando a personas enfermas y sus parientes.
Pérdidas de empleos y muchas otras experiencias son malas. Cuando estuve en Brasil, hace pocos días, Varig, la más grande aerolínea de América Latina, fue a la bancarrota dejando a miles de personas sin trabajo y sin ingresos. Entre ellos hay varios hermanos de la iglesia que trabajaban para aquella compañía. 

En Juan 14:1 Jesucristo dice palabras de consuelo, al hacer esta promesa: “No se turbe vuestro corazón”. Los apóstoles y discípulos estaban tristes con la noticia de que Cristo les dejaría. Sin embargo, el Señor les promete que jamás les abandonaría y que les enviaría su Espíritu. 

Podemos vivir en paz al saber que en el cielo ya no habrá tristeza. Encontramos otra vez en Apocalipsis 21:4 que en el cielo no habrá “ni tristezas”. En Isaías 35:10 leemos estas palabras proféticas: “Volverán los rescatados del SEÑOR, entrarán en Sión con gritos de júbilo, con alegría eterna sobre sus cabezas. Gozo y alegría alcanzarán, y huirán la tristeza y el gemido”. Isaías 65:29 nos informa que Dios se gozará en su pueblo en el cielo y que ya no habrá ni lloro ni tristezas. Nos gloriamos en Dios que en el cielo ya no sentiremos tristezas.

Hay una canción brasileña titulada “Orfeo del Carnaval”. El coro de la canción dice sencillamente: “Tristeza não tem fim; felicidade sim” (traducido al Castellano no rima, pero sí comunica una realidad: Tristezas no tienen fin; felicidad si). La canción habla de la ilusión del carnaval, de hacer los disfraces, carros alegóricos y de toda la preparación para dicho evento, que es pagano, breve y todo termina tres días después. La anticipación y la preparación que dura casi todo el año, en tres días se esfuma. Nosotros podemos decir lo mismo en cuanto a la Navidad: hay la compra de los regalos, la decoración del árbol, preparación de la cena, etc. Y el día siguiente hay un gran vacío en el corazón de todos; tanta anticipación por tan poco. 
Pero en el cielo no habrá más tristezas, porque las cosas viejas han pasado. La anticipación por el cielo es mayor ya que las bendiciones celestiales jamás terminan.

No habrá más enfermedades  

Llegará un momento en la vida en que todos tendremos enfermedades. Ya sea un resfriado sencillo, o una gripa, o aun algo más serio como enfermedades cardiacas o cáncer. Todos pasamos por enfermedades. Desde que el pecado entró en el mundo, en la época de Adán y Eva, todos tenemos la maldición de las enfermedades hasta que alguna de ellas nos llevará a la muerte. La Biblia dice que todos moriremos. Sin embargo, la muerte para el cristiano es la graduación hacia la gloria. Por eso que leemos en la Biblia, al morir un creyente, que en vez de morir, las Escrituras dicen “dormir”. Nuestros antepasados cristianos al dar el ultimo suspiro “durmieron”.

En su Palabra, el Señor nos obsequia otra esperanza consoladora. En Apocalipsis 21:4, dice que en el cielo ya “no habrá más muertes”.  Jesucristo probó con su resurrección que la muerte ya no tiene poder sobre el ser humano. El mismo poder que resucitó a Cristo también resucitará a nosotros. Al escribir la primera carta a los Corintios, el apóstol Pablo afirma: “54Pero cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: DEVORADA HA SIDO LA MUERTE en victoria. 55¿DONDE ESTA, OH MUERTE, TU VICTORIA? ¿DONDE, OH SEPULCRO, TU AGUIJON? 56El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley; 57pero a Dios gracias, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. (15:54-57)

La muerte ya no será victoriosa. La muerte perderá su poder; será tragada. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16) En el cielo ya no habrá otra enfermedad ni otra muerte. Somos victoriosos sobre la muerte no porque somos personas buenas, sino por los meritos de Jesucristo.

No habrá más separaciones

La Biblia dice que cuando estemos ausentes del cuerpo, estaremos presentes con el Señor. Es maravilloso y consolador saber que, como hijos de Dios, el momento en que cerramos los ojos en la muerte, seremos instantáneamente transportados a la presencia de Dios. Podemos asegurarnos de eso al leer la historia del rico y Lázaro. En Lucas 16:22 leemos que al morir Lázaro le llevaron ángeles al ceno de Abraham, el lugar más codiciado por los judíos. En Juan 14:3 Jesucristo explica la razón porque nuestro corazón no debe preocuparse. Él afirma: “3Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros”.

Parece interesante que al escribir del nuevo cielo y de la nueva tierra en Apocalipsis, Juan afirma que ya no habrá más el océano. Seguramente podemos adivinar que no habrá mares ni lagos en el cielo, pero creo que Juan estaba mencionando algo de su anhelo por sus hermanos y amigos al mencionar eso. Sabemos que Juan, por la persecución del gobierno romano estaba exiliado en la isla de Patmos, en la Grecia. Aquella isla era una especie del Alcatraz europeo de la época, un lugar horrible, colonia romana adonde enviaban a los indeseables. Para Juan el mar Egeo le separaba de sus seres queridos. Por lo tanto, un cielo ideal para Juan no tenía mar. En el cielo de Dios no habrá nada que pueda separarnos de nuestra comunión con Jesucristo. 

Es fácil identificarse con ese punto sobretodo alguien que un día decidió dejar su país y empezar la vida en otro muy distante. Mi historia y la de mi esposa es semejante a la de mucha gente que ha inmigrado. Hay miles de kilómetros de distancia entre nosotros y los seres queridos que viven en otro país. Por fortuna, estuve presente en el funeral de mi mamá, pero el de mi papá no me fue posible estar por la larga distancia entre adonde vivimos y el donde vivían ellos. 

Hay muchos inmigrantes, como hay los que están planeando salir de su país. Les puedo asegurar que el cambio les podrá beneficiar materialmente hablando. Podrán tener un carro, una casita, nevera, etc. Sin embargo, sentirán un gran dolor, un gran vacío de la separación al dejar sus parientes y amigos en su país de origen.

Puntos a ponderar:  

Aunque sea algo que muchos temen, la muerte física de los hijos de Dios es estimada por él. ¿Has pensado en esto? ¿Has pensado que en el hecho de que algún día también morirás? Creo que necesitas pensarlo. Así al venir la muerte estarás preparado. ¿Estás preparado?  ¿Has aceptado a Cristo como tu salvador y señor? Si no, entonces no estás preparado adecuadamente para tu encuentro con la muerte. Pablo dice que todos moriremos y que después de la muerte viene el juicio. Dicen en los Estados Unidos en tono de broma, ya que es país conocido por sus altos impuestos, que hay dos cosas ciertas en la vida: la muerte y los impuestos. Sin embargo, la Biblia está de acuerdo que hay dos cosas ciertas y que una de ellas es la muerte y que la otra no es impuestos, sino el juicio. Podemos garantizarte que tendrás que enfrentarte a la muerte y también al juicio. ¿Estás preparado? 

Fuente: sites.google.com

jueves, 9 de octubre de 2014

El enojo y la ira dañan el corazón

¿Qué dice la Biblia acerca de la ira?



Un experimentado consejero establece que el 50% de la gente que acude para consejería, tuvo problemas con el manejo de su ira. La ira puede hacer añicos la comunicación, romper las relaciones, y arruinar tanto el gozo como la salud de muchos. Y con mucha frecuencia la gente tiende a justificar su enojo, en vez de aceptar la responsabilidad por él. Hay un tipo de ira que la Biblia llama “justa indignación,” pero ésta no debe ser confundida con la ira. 

Antes que nada, la ira no siempre es pecado. Dios está airado (Salmos 7:11; Marcos 3:5), y a los creyentes se les permite estar airados (Efesios 4:26). En el Nuevo Testamento son usadas dos palabras griegas para la palabra “ira.” Una (orge) significa “pasión, energía;” la otra (thumos) que significa “agitado, ebullición.” El diccionario Webster define la ira como “emoción excesiva, pasión incitada por un sentido de daño o injusticia;” este daño puede ser hacia nosotros o hacia alguien más. Bíblicamente, la ira es una energía dada por Dios con la intención de ayudarnos a resolver problemas.

Ejemplos de ira bíblica incluyen la confrontación de Pablo con Pedro, por su mal ejemplo en Gálatas 2:11-14. David, disgustado al escuchar al profeta Natán compartirle una injusticia (2 Samuel 12), y Jesús airado por la manera en que algunos judíos habían corrompido la adoración en el templo de Dios en Jerusalén (Juan 2:13-18). Nótese que ninguno de estos ejemplos de ira involucraron la auto-defensa, sino la defensa de otros, o de un principio. 

Pero la ira se vuelve pecado cuando es motivada por el egoísmo (Santiago 1:20), cuando el objetivo de Dios es distorsionado (1 Corintios 10:31), o cuando se deja que la ira persista (Efesios 4:26-27). En vez de utilizar la energía generada por la ira para atacar el problema en sí, es la persona quien es atacada en su lugar. Efesios 4:15, 29 dice que debemos hablar la verdad en amor y usar nuestras palabras para edificar a otros, y no permitir que salgan de nuestra boca palabras corrompidas o destructivas. Desafortunadamente, esta venenosa manera de hablar es una característica común del hombre caído (Romanos 3:13-14).

La ira se vuelve pecado cuando se le permite desbordarse sin restricción, dando como resultado un escenario en el que todos a su alrededor resultan lastimados (Proverbios 29:11), dejando devastación a su camino, usualmente con consecuencias irreparables. La ira también se vuelve pecado cuando el airado rehúsa ser tranquilizado, guarda rencor, o lo guarda todo en su interior (Efesios 4:26-27). Esto puede causar depresión e irritabilidad ante cualquier cosita, con frecuencia con cosas sin relación alguna con el problema subyacente. 

Podemos manejar la ira bíblicamente mediante:

1) Reconocer y admitir nuestra ira egoísta y el erróneo manejo del enojo como un pecado (Proverbios 28:13; 1 Juan 1:9). Esta confesión debe ser hecha tanto a Dios como ante aquellos a quienes hemos herido con nuestra ira. Tampoco debemos minimizar ese pecado llamándolo “me alteré un poco el otro día” o transfiriendo la culpa: “bueno, si no hubieras actuado como lo hiciste…”

2) Viendo a Dios en la prueba. Eso es especialmente importante cuando la gente ha hecho algo específicamente para ofendernos. Santiago 1:2-4; Romanos 8:28-29; y Génesis 50:20 apuntan todo al hecho de que Dios es soberano y tiene completo control sobre CUALQUIER circunstancia y persona que entra en nuestro camino. Nada nos sucede que Él no lo cause o lo permita. Y como todos estos versos lo dicen, Dios es un Dios BUENO (Salmos 145:8,9,17) que hace y permite todas las cosas en nuestras vidas para nuestro bien y el bien de otros. Si reflexionamos sobre esta verdad hasta que se mueva de nuestra mente a nuestro corazón, alterará nuestra reacción hacia aquellos que nos hieren profundamente. 

3) Dejando lugar para la ira de Dios. Esto es especialmente importante en casos de injusticia, especialmente cuando es hecho por hombres “malvados” hacia gente “inocente.” Génesis 50:19 y Romanos 12:19 nos dicen ambos que no juguemos a ser Dios. Dios es recto y justo, y podemos confiar en Él, quien conoce todo y lo ve todo para actuar con justicia (Génesis 18:25).

4) No regresando mal por bien (Génesis 50:21; Romanos 12:21). Esta es la clave para convertir nuestra ira en amor. Todas nuestras acciones fluyen de nuestro corazón, así que también nuestros corazones pueden ser alterados por nuestras acciones (Mateo 5:43-48). Así que, podemos cambiar nuestros sentimientos hacia otros, cambiando la manera en que decidimos actuar hacia esa persona. 

5)Comunicándonos para resolver el problema. Hay cuatro reglas básicas de comunicación que se nos comparten en Efesios 4:15, 25-32.

a) Ser honestos y hablar (Efesios 4:15,25). La gente no puede leer nuestra mente; diga la verdad EN AMOR.

b) Ser oportunos (Efesios 4:26-27). No debemos permitir que lo que nos está molestando, crezca hasta perder el control. Es importante manejar y compartir lo que nos molesta antes que llegue hasta ese punto. 

c) Atacar el problema, no a la persona (Efesios 4:29, 31). Junto con esto, debemos recordar la importancia de mantener bajo el volumen de nuestra voz (Proverbios 15:1). Gritar es usualmente percibido como una forma de ataque. 

d) Actuar, no reaccionar (Efesios 4:31-32). A causa de nuestra naturaleza caída, generalmente nuestro primer impulso es uno pecaminoso (verso 31). 
El tiempo utilizado para “contar hasta diez” debe ser usado para reflexionar sobre la manera amable de responder (verso 32), y para recordarnos a nosotros mismos, cómo la ira debe ser usada para resolver problemas y no para crear unos mayores.

6) Por último, debemos actuar para resolver nuestra parte del problema (Hechos 23:5). No podemos controlar la manera en que los demás actúen o respondan, pero sí podemos hacer los cambios necesarios para hacerlo por nuestra parte. Conquistar nuestro temperamento no es algo que suceda de la noche a la mañana. Pero a través de la oración pidiendo ayuda, el estudio de la Biblia, y la confianza en el Espíritu Santo de Dios, puede ser conquistado. Así como hemos permitido que la ira se haya atrincherado en nuestras vidas por la práctica habitual, también debemos practicar responder correctamente hasta que se convierta en un hábito que reemplace a las viejas actitudes. Estos son algunos Proverbios que tratan con el tema de la ira:


14:17 “El que fácilmente se enoja hará locuras; y el hombre perverso será aborrecido.”14:29 “El que tarda en airarse es grande de entendimiento; mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad.”15:1 “La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor.”15:18 “El hombre iracundo promueve contiendas; mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla.”16:32 “Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.”19:11 “La cordura del hombre detiene su furor, y su honra es pasar por alto la ofensa.”19:19 “El de grande ira llevará la pena; y si usa de violencias, añadirá nuevos males.”22:24-25 “No te entremetas con el iracundo, ni te acompañes con el hombre de enojos, no sea que aprendas sus maneras, y tomes lazo para tu alma.”
27:4 “Cruel es la ira, e impetuoso el furor; mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia?”29:8 “Los hombres escarnecedores ponen la ciudad en llamas; mas los sabios apartan la ira.”29:22 “El hombre iracundo levanta contiendas, y el furioso muchas veces peca".

Fuente: gotquestions.org