Este blog rinde honor y alabanza al Dios de nuestra salvación a Jesucristo el Señor.

lunes, 26 de marzo de 2012

Resucitado despues de estar muerto 6 horas.

 Jesús dijo: Yo soy la resurrección y la vida.

En esta oportunidad les contaremos el testimonio de Pablo Nathanel Sivisstum de cómo Dios lo resucitó de entre los muertos, una noche de agosto del año 1995. Sucedió que, estando la familia Sivisstum trabajando en la Obra de Dios en el campo Misionero, en un pequeño pueblo del Paraguay llamado Isla Pucú, una noche muy fría, cuando todos se fueron a dormir, siendo más o menos las 2 de la madrugada, Pablito (era el hijo menor en aquel momento, había cumplido recién 1 añito de vida), lloró de una manera muy extraña. Balbina(su madre) se despertó asustada por el grito de su hijo, fué como un ahullido estremecedor. No era para menos, cuando miró a su hijo, exclamó ¡Jorge, nuestro hijo se muere! no sé qué le pasa a Pablito, ¡Parece que ya ni respira! (Gritaba) Pablito estaba muerto, su rostro quedó desfigurado, sus ojos se dieron vuelta para atrás, no entendíamos porqué?, Lo tomé  en mis brazos, palpé sus venas, NO respiraba.  Ambos llorabámos. Orábamos, preguntando al Señor PORQUÉ?, o si quizás habíamos pecado contra Él, PEDIMOS PERDÓN. Fuimos delante del púlpito (vivíamos en la casa Pastoral de la Igesia donde Pastoreábamos), clamamos al señor preguntando, ¿que pasa Señor, por qué pasa esto?

Yo le reclamaba ¡Estamos haciendo tu obra, Señor. Hemos dejado todo por servirte!, ¿Por qué?, Llorabábamos desconsoladamente. Hasta que le dije al Señor, si tú quieres llevarlo, llévatelo, Tú nos lo diste, y tú nos lo quitas si quieres, porque tuyo es el poder de dar y quitar, de levantar y humillar, de matar y dar vida. En ese momento Dios me habló, y me dijo, Mi siervo, así como tú lloras por tu hijo quiero que llores por las almas que se pierden minuto a minuto y que descienden al infierno; quiero que derrames tu alma y tus lágrimas en mi presencia por ellos.  Y  por cuanto tú no me has negado a tu hijo, tu menor, al que amas, yo te lo voy a devolver, te lo voy a resucitar, porque yo soy la Resurrección y la Vida, el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.  Pon tu mano sobre él y ora por él. No tardé en obedecer al Señor, impuse mi mano derecha sobre Pablito,  lo miré fijamente, (Pablito estaba azulado, feo y con mal olor porque habían pasado 6 horas)  y le dije, Pablo, resucita ahora en el nombre de Jesús. Pablo abrió sus ojos y lloró y lloró, también vomitó algo verdoso podrido. Pablito había resucitado.  Dios hizo como Él quiso para mostrarnos que Él tiene poder para resucitar muertos, hacer caminar paralíticos, etc. para enseñarnos misterios y que caminemos como Él quiere, en su perfecta voluntad. Al Señor sea la gloria, la honra y las alabanzas por los siglos de los siglos. Amén.
Testimonios.