"Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño, sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán".
Las señales divinas respaldarán a todo aquel que responda al llamado de Dios. Sin embargo, nunca se debe olvidar que cada señal se activa a través de la autoridad, que a su vez recibe el impulso por medio de la fe. Dios le otorga al cristiano, una autoridad espiritual que debe poner en acción. En el principio Dios le concedió al hombre poder, dominio.y autoridad sobre todo ser viviente; pero vino Satanás y le arrebató la autoridad y se hizo señor de la tierra.
Cuando Jesús murió en la cruz y nos redimió, automáticamente le quitó esa autoridad al diablo y la traspasó a los hijos de Dios; entonces el que tenga la verdadera fe en Jesucristo podrá ejercer autoridad sobre los poderes diabólicos de este mundo. Si satanás actúa en una persona o una situación, tenemos la potestad de echarlo, porque a través de la cruz recuperamos toda autoridad divina.
LO QUE DIOS HIZO CON CARLOS ANACONDIA.
Lo que ocurrió con los medios de comunicación en Argentina. No se permitía predicar el evangelio a través de la radio y la televisión. En 1992, cuando realizamos una gran campaña en una provincia norteña del país junto a unas 80 iglesias de la zona, les pedimos a varias estaciones de radio y televisión que nos vendieran espació para transmitir nuestros cultos en vivo. Nos pidieron demasiado dinero ya que unos días antes,en esa misma ciudad se efectuó un importante acto político y las emisoras les cobraron lo que quisieron.
Tuvimos además, problemas con el terreno donde levantaríamos nuestra carpa. Las autoridades no quisieron concedernos un lugar, aunque se lo prestaban a los circos y a cualquiera que lo solicitara para otros fines. Pero eso tampoco fue un impedimento, Dios obraría. Un hermano cedió unos terrenos que tenía fuera de la ciudad para realizar la campaña, el único inconveniente era la escasez de medios de transporte. Por allí solo pasaba un ómnibus y con poca frecuencia; eso nos preocupaba, ¿como llegaría la gente cada noche hasta allí? Los días previos a la campaña fueron difíciles, el desánimo reinaba en el grupo. Decidimos declarar la guerra espiritual y reprendimos al diablo de esta manera: "Satanás retrocede, te atamos en el nombre de Jesús. suelta los medios de comunicación, vete hombre fuerte, estás vencido". El Espíritu Santo comenzó a mostrarles a diferentes hermanos visiones en las que veían al hombre fuerte caer de su trono junto con las estructuras diabólicas.
Una mañana, el Señor me dijo: "debes transmitir esta campaña en cadena directa por radio y televisión". Hablé con el coordinador para que contratara los espacios de radio y televisión. Allí comenzó la sorpresa.
Los directivos de los medios aceptaron nuestra propuesta a un 30 por ciento del valor que nos propusieron al principio. Las emisoras de radio F M transmitieron la campaña sin costo alguno; y el día sábado, más de 10 medios, entre radio y televisión, transmitieron el culto. Allí sin embargo, no terminó todo. Esa noche a los cinco minutos de iniciada la transmisión, los canales televisivos que no contratamos tuvieron problemas técnicos y tuvieron que suspender sus programaciones habituales. Toda la ciudad solo podía ver nuestra campaña. Esa noche vimos a muchas personas corriendo hacia la plataforma. Cuatro jóvenes llagaron en automóvil al lugar. Estaban tan desesperados que antes de oir la predicación por la radio estaban decididos a suicidarse dentro del automóvil en el que andaban. Miles llegaron. Cientos de milagros sucedieron, y uno fue realmente maravilloso. Una madre paró a su hijo con síndrome de Down frente a la pantalla de televisión, vio como su hijo sanaba y sus facciones físicas se transformaban. Cientos de muelas quedaron arregladas con oro y platino,y varios enfermos de cáncer sanaron.
A partir de esa transmisión, la campaña se desarrolló en una manera tremenda. Nadie se explicaba como con tan poco dinero conseguimos espacios en esas emisoras por las que habíamos orado. Pero nosotros conocíamos la explicación; por medio de la fe habíamos tomado la autoridad que proviene de Dios, y el resultado fue que la ciudad se conmovió por el poder de Jesús. Más de 30 mil personas aceptaron a Jesús.
¡¡¡GLORIA A DIOS PARA SIEMPRE!!!
tomado del libro Oíme bien Satanás.
